martes, 3 de mayo de 2011

Espíritu de viento

Reciben el trato mismo o peor del que le dan a una animal dejando en claro y haciendo mencion que estos también merecen ser acogidos de manera cálida, "humanamente"...

El migrante o la migración, se dan como causa de un gobierno pésimo, un gobierno represivo que no va mas allá de sus interéses, de su buen vivír. Una sociedad dormida es la que lo alimenta, conformistas de ver una situación, nada nueva en estos tiempos pero sí olvidada.

Equivocado es pensar que todo está bien cuando a nivel mundial se siguen moviendo masas al rededor del mundo y no por turísmo, ni por el espíritu viajero que a muchos nos mueve.

Si nos detenemos a pensar y nos suspendemos en el aire mientras observamos la situación social, política y económica, podríamos notar la mediocridad en la que se encuentra nuestro país, nuestra sociedad, no culpo totalmente al gobierno, pues los gobernantes los elige el pueblo, retomaré las palabras que leí en un municipio zapatista "...aquí el pueblo manda y el gobierno obedece.".

Me parece que si frases como estas prevalecieran en el colectivo social sería menos complicado imponer pautas para un desarrollo y así combatir algunas, si no muchas de nuestras carencias, cabe resaltar, a mi parecer esto llevaría un tiempo, mucho tiempo...

¿Imposible? Nada... no existe nada imposible, solo personas que no se atreven a aceptar riesgos, la necesidad de algunos los lleva a tomar ciertos riesgos y conjunto a esto demuestran que nada es imposible, algunos no corren con la misma "suerte".

El migrante sin duda toma riesgos y se aventura dejando atrás la miseria que le ofrece su país, las "oportunidades" que más bien es la nueva forma de llamar a la esclavitud. Cambia "lo que tiene" por aquello que quiere.

Muchos pueden hablar de los problemas que este tema trae, pero la culpa de todo, no es mas que nuestra... La sociedad no refiere a quienes migran, refiere a quienes poblamos, habitamos y a quienes rigen las leyes nacionales. Nosotros.

lunes, 2 de mayo de 2011

Ya es hora.

Esos ratos de ocio, que productivos resultaron.

Que curioso, hace poco me senté a leer un libro que sinceramente me hizo reír a la hora de leer el título  “Juan Pérez Jolote”. Recuerdo que era una tarde en la que el calor estaba insoportable, por así decirlo, apenas comenzaban mis vacaciones de “semana santa”, mi abuelo acababa de fallecer y por esa causa me encontraba en un departamento arriba de la casa de mi abuela en Papantla de Olarte, Veracruz.
Adentrándome en la lectura llamó mi atención una serie de sucesos que conforme pasaba hojas, leí. Para empezar la lectura trataba de un personaje algo desafortunado, pareciera una película, algo así como “Una serie de eventos desafortunados”. Juan Pérez Jolote un indígena mexicano del estado de Chiapas, cuenta su vida a través de una cantidad de situaciones, comenzando por describir su orígen, su pasado.
Menciona que su padre lo golpeaba y su mamá no podía hacer mucho por defenderlo, pues ella también era golpeada por su padre, temeroso e inconforme con esa situación el se marchó, en el relato de su vida da detalles de lo que vivió al salir de su casa, sus sueños lo llevaron sin rumbo, conociendo la oportunidad y con la esperanza de estar mejor en casa el no daba marcha atrás.
En la lectura pude observar muchas cosas, como explotación, abusos que se cometen hoy en día que ahora, ya hasta tienen nombre incluso, como la trata de personas entre otros. Me hizo reflexionar mas de una realidad ya conocida pues si ponemos en tela de juicio este libro muchos dirán que es algo que vemos día con día, yo contestare que es cierto.
Pero… que curioso, este libro se escribió en 1952, elegiría esa respuesta para no decir más y dejaría una pregunta al aire ¿Qué ha cambiado?

¿Es un mal necesario?